Pequeños gestos para un futuro más limpio

Cada vela está diseñada para acompañarte más allá de su primer encendido, transformando su envase en un objeto que conserva la luz y la calidez de tu hogar. La delicadeza de sus formas y la armonía de sus aromas hacen que cada momento sea especial, mientras la elegancia de su diseño permanece con el tiempo.

Nuestros mikados cuentan con recambios que permiten renovar la fragancia sin sustituir el envase, un gesto sencillo que refleja atención al detalle y cuidado por el entorno.

Nuestro compromiso con el entorno comienza en nuestro propio hogar: trabajamos con energía solar para reducir nuestra huella y crear belleza de forma más responsable.

En nuestra fábrica nada se desperdicia: la cera que no se utiliza en el proceso de creación vuelve a fundirse para transformarse en nuevas piezas. Un ciclo consciente que refleja respeto por los materiales y cuidado en cada detalle, donde la belleza se renueva una y otra vez sin dejar huella innecesaria.